Hoy en día nadie duda o desconoce la valentía que se requiere para ser un inmigrante en cualquier parte del mundo, pero esa valentía muchas veces se encuentra con una realidad difícil: discriminación, desconfianza, miedo constante, y un sistema que parece no entender el dolor de alguien que solo quiere tener una oportunidad para vivir en paz. Eso se conoce como revictimización.
La World Health Organization (OMS) señala que los refugiados y migrantes expuestos a adversidades (pre-migración, viaje, post-migración) tienen un mayor índice de depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático (TEPT) y psicosis, en comparación a la población general del país de acogida.
Por ejemplo, en California, según un análisis del UCLA Center for Health Policy Research, los inmigrantes que llevan menos de 5 años en EE.UU. reportaron un aumento del 140 % en trastornos de angustia psicológica grave.
Este panorama es alarmante y debe generar una profunda reflexión ya que, como comunidad, no podemos seguir normalizando este tipo de situaciones.
Pero ¿Qué es la revictimización y cómo afecta a los inmigrantes?
En términos generales, un escenario de revictimización ocurre cuando una persona que ya ha sufrido un trauma (como persecución, violencia, desplazamiento o tortura) vuelve a sentir dolor por el trato que recibe después.
Ocurre cuando alguien que busca ayuda se enfrenta a la indiferencia, el rechazo, la burocracia o la desconfianza.
También cuando se le juzga por su acento, por su color de piel, por su estatus migratorio o por no “encajar” del todo en la cultura local.
Este tipo de experiencias no solo afectan la mente: afectan el alma y la manera en que el afectado desarrolla su día a día y el como se percibe así mismo en la sociedad.
La ansiedad, el miedo y la inseguridad se convierten en parte de la jornada de la comunidad inmigrante, generando una carga emocional enorme que muchas veces nadie ve… y que en algunos escenarios termina convirtiéndose en rabia y violencia.
¿Y ahí que?… todos sabemos las graves consecuencias que representa para un inmigrante indocumentado colapsar ante la presión y perder el control.
Entre la espada y la pared
Muchos inmigrantes sienten que tienen que ser fuertes todo el tiempo. Que no pueden mostrar cansancio, tristeza o frustración, porque “vinieron a luchar”, pero la verdad es que, incluso los más fuertes necesitan descanso, comprensión y apoyo emocional.
Despues de todo, el bienestar mental también es parte del proceso migratorio. No se puede asistir a una cita ante el oficial o el juez de inmigración cargado de emociones negativas, sabiendo que esa cita será un escenario de mucha presión, por eso tenemos algunas recomendaciones sencillas para encontrar calma:
Caminos para sanar y salir adelante
No existe una sola ruta, pero sí hay pasos que pueden marcar la diferencia:
- Reconocer el dolor: aceptar que lo vivido ha dejado una huella es el primer paso para sanar.
- Buscar redes de apoyo: hay organizaciones, iglesias y grupos comunitarios que ofrecen escucha y acompañamiento gratuito.
- Cuidar la salud mental: la terapia, la oración, el arte o incluso conversar con alguien de confianza pueden ser formas de liberar el peso acumulado.
- Informarse bien: muchos miedos se alimentan de la desinformación. Estar bien orientado sobre tus derechos y opciones migratorias puede darte tranquilidad.
- Recordar tu valor: los inmigrantes construyen, trabajan, aportan, y hacen grande este país. Su esfuerzo merece respeto, no rechazo.
Nadie debería volver a ser víctima por buscar un futuro mejor
Los inmigrantes no son cifras, son personas con nombres, experiencias, sueños, familias y cicatrices.
Hablar de revictimización no es un tema legal, es un tema humano, debemos ser conscientes de que detrás de cada caso hay un corazón que sigue latiendo con esperanza, incluso después del dolor.
Por eso, en Aliados en USA creemos que el conocimiento, la empatía y la preparación son los mejores caminos para sanar y avanzar. Así que, si hoy sales de casa a ganarte la vida y encuentras un compañero triste, acompáñalo, escúchalo y ayúdale a “echarle ganas a la vida”, acércalo a Dios, Invitalo a buscar una red de apoyo y si es necesario ayuda psicológica.
Recuerda, si necesitas orientación o simplemente alguien que te escuche. Contáctanos, contamos con alianzas estratégicas una de las mejores compañías que ofrecen servicios de psicología online a la comunidad inmigrante: Tu Mejor Versión Online.
Aquí no solo entendemos los procesos migratorios, también entendemos tus emociones.
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